Galicia es una región situada en el norte de España y fronteriza con Portugal. Posee una rica historia y cultura y es la región europea con mayores similitudes lingüísticas, folclóricas, literarias y culturales con Portugal. Su impresionante similitud lingüística con los países de la Lusofonía contrasta, sin embargo, con su situación histórica de región periférica en el contexto español y mundial, lo que implica un alto grado de desconocimiento de su cultura por parte del público de fuera de España.
No obstante, bajo esta situación de cultura periférica se esconde un importantísimo tesoro de autores, escritores y filósofos que, debidamente estudiados y desenterrados al público, podrían aportar un gran enriquecimiento y contribuciones originales al pensamiento brasileño. Un pensamiento que siempre se caracterizó por su servilismo colonial a las modas políticas, estéticas, artísticas y filosóficas provenientes de países no ibéricos y ajenos a su formación histórica, como Francia, Inglaterra y Estados Unidos. Un pensamiento que siempre ha dado la espalda a su pasado colonial ibérico, visto como atrasado y retrógrado, olvidando su verdadera identidad y raíces.
Uno de estos importantísimos autores gallegos es Vicente Risco (1884-1963). Nacido en Ourense, escritor, político y antropólogo, está considerado el mayor pensador gallego del siglo XX y uno de los mayores antropólogos de la Península Ibérica. Su obra ofrece una perspectiva única de la cultura y las tradiciones gallegas, que pueden considerarse parte de un único tronco: la cultura galaico-portuguesa. Risco fue un notable antropólogo que se dedicó al estudio etnográfico de las tradiciones rurales y las narraciones mitológicas gallegas, dejando importantes escritos sobre el tema. Su obra es esencial para la comprensión y conservación de las raíces y tradiciones locales gallego-portuguesas, preocupación central en su obra, así como para los estudios ibéricos en general.
Galicia es una región de gran valor etnográfico para la cultura lusófona ya que, con su historia de marginación económica, ha mantenido un fuerte vínculo con sus tradiciones rurales medievales y pre-medievales, en gran parte perdidas en Portugal y Brasil. Durante siglos, fue una región agraria económicamente atrasada, lo que paradójicamente ayudó a preservar su rico folclore, sus relatos mitológicos y sus tradiciones literarias y musicales de origen celta, romano y germánico. La marginación económica de Galicia ha contribuido a la conservación de estas tradiciones galaico-portuguesas, que la hacen única en toda la Península Ibérica.
Vicente Risco desempeñó un papel muy activo en la cultura gallega, contribuyendo en gran medida a la difusión de la lengua gallega en los círculos de alta cultura literaria y científica de Galicia, entonces dominada por el castellano y dependiente intelectualmente de Madrid. Fue uno de los organizadores del Seminario de Estudios Gallegos, fundado en 1923, y editor de la revista cultural Nós, creada en 1920. Las actividades científicas y editoriales del Seminario contribuyeron a transformar una lengua periférica, antaño restringida a los círculos rurales como dialecto oral, en una lengua de alta cultura inserta en el panorama intelectual europeo de la primera mitad del siglo XX.
Su interés por difundir el gallego se refleja también en su actividad literaria. Fue un importante escritor de ficción, dejando obras como El cerdo de pie (1928), una novela satírica sobre la sociedad de la época.
Además de su intensa actividad cultural y literaria, Risco fue una figura prominente en la política gallega y uno de los ideólogos del nacionalismo gallego. Sus escritos políticos encuentran su máxima expresión en La teoría del nacionalismo gallego (1920). Con un marcado sesgo espiritualista en sus escritos, abogó por una sociedad tradicional de base católica, lo que le llevaría a adoptar posturas conservadoras de derechas, rechazando ideologías revolucionarias e igualitarias como el comunismo y el socialismo.
Su catolicismo, hay que subrayarlo, estaba muy alejado del típico reaccionarismo autoritario ibérico de Donoso Cortés. Risco reconocía las virtudes y el dinamismo creativo de la cultura americana, y reclamaba para Galicia un modelo de federalismo ibérico inspirado en los valores democráticos liberales. Su conservadurismo tampoco le impidió unirse a intelectuales, escritores y políticos de las corrientes progresistas, liberales y de izquierdas de la España republicana de los años treinta. Desempeñó un papel importante en la fundación del Partido Galeguista, un partido muy activo en los años previos a la Guerra Civil española (1936-1939).
La crítica de Risco a la modernidad es un aspecto central de su pensamiento tradicionalista. Risco vio la modernidad como una amenaza para las tradiciones culturales gallegas, criticando el racionalismo y el materialismo científico, los valores revolucionarios en la política y la sociedad de masas urbana e industrial. Su obra es un intento de rescatar y defender la cultura rural local frente al olvido, la crisis de valores y la transformación social provocada por la modernidad. Risco, como antropólogo, desempeñó un papel crucial en la catalogación y conservación de estas tradiciones olvidadas a principios del siglo XX.
Curiosamente, sus tendencias espiritualistas críticas con la modernidad le llevaron a interesarse mucho por el pensamiento y la mitología orientales, y fue un gran estudioso de la filosofía budista e hindú. Recibió influencias de escritores orientales como el Premio Nobel de Literatura indio Rabindranath Tagore, de corrientes esotéricas ocultistas como la teosofía de Helena Blavatsky y Rudolf Steiner, y de autores perennialistas como René Guénon. Sin embargo, el pensamiento teosófico de Blavatsky se ocultó al público con la dictadura franquista a partir de los años 40.
Aún así, el interés de Risco por Oriente fue una constante en sus escritos, y estableció paralelismos entre la cultura oriental y la cultura tradicional gallega. Según Risco, la cultura gallega tiene tres pilares fundamentales que la acercan a Oriente y la distinguen de otras culturas occidentales modernas: la valorización de la tradición, el simbolismo religioso y la reivindicación del sentimiento y el apego a la tierra.
Las tradiciones y mitos gallegos estudiados por Risco encuentran eco en la cultura brasileña debido al pasado común de ambas regiones a través de Portugal. La lengua portuguesa tiene sus raíces en la región de Galicia, y se comparten muchos mitos, historias y tradiciones folclóricas y festivas, como el Carnaval y la fiesta de São João. Cabe destacar que Risco, en vida, tuvo contacto con importantes folcloristas brasileños, como Luís da Câmara Cascudo[1] La revista Nós, que dirigía, contó con la colaboración de articulistas brasileños de origen español.
Además de la fuerte proximidad de la identidad en la cultura, el diálogo crítico de Risco con la modernidad también puede ser de gran importancia para el público brasileño, a través de su reivindicación de una perspectiva tradicional y no materialista de la cultura y de la revalorización de las creencias mitológicas como fuente de conocimiento cultural popular. Tales consideraciones críticas del paradigma positivista y materialista en la ciencia, la cultura y la política modernas podrían ser de gran relevancia para Brasil, en medio de la fuerte crisis ética y social de valores a la que se enfrenta la sociedad brasileña, tras décadas de desvitalización intelectual por parte de las corrientes de pensamiento positivista y marxista.
Un ejemplo de obra que aborda esta crítica de la modernidad es el libro Tinieblas del Occidente, publicado póstumamente en 1990. La obra trata el tema de la decadencia de la cultura occidental moderna y, según algunos autores, tiene muchas similitudes y paralelismos con la obra de Oswald Spengler. En esta obra, Risco contrapone la decadente civilización occidental, simbolizada por el arquetipo de Caín -el hombre que inventó las ciudades y el Estado racional igualitario, sedentario, estático, resentido y envidioso- con el espíritu de Abel, de la civilización de los pueblos orientales -nómada, espontánea, intuitiva y dinámica-.
Otra obra importante de Risco, que constituye un verdadero manifiesto de la generación de su tiempo, es el ensayo Nós, os inadaptados (Nosotros, los inadaptados) (1933), una especie de autobiografía intelectual que contextualiza el período histórico que vivió Risco a principios del siglo XX. Risco, en su juventud, influido por las ideas individualistas y pesimistas de los escritores europeos del fin de siècle y del decadentismo del siglo XIX, relata su camino hacia el espiritualismo y el nacionalismo gallegos. El ensayo aporta interesantes reflexiones sobre la crisis europea que vivió la generación de entreguerras (1918-1939).
En resumen, el descubrimiento de Vicente Risco y la traducción de sus obras representan una valiosa oportunidad para que Brasil conozca mejor la cultura gallega y reflexione sobre la importancia de preservar las tradiciones culturales en un contexto de modernidad. Comprender nuestras raíces ibéricas, más que un pasatiempo museológico de catalogación de «tradiciones muertas», es un ejercicio de mirada sobre uno mismo, sobre el Brasil profundo que vive colectivamente dentro de nosotros, en nuestra imaginación, símbolos, arquetipos y aspiraciones como nación y como pueblo.
[1] Ver en: “Nombramiento en Brasil para Don Vicente Risco” La Región, 11 de Outubro de 1948. Enlace de acceso <Acceso en 3 de Mayo de 2024>
Tiago Barreira es doctorando en Filosofía por la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y licenciado en Economía por la Fundación Getulio Vargas Río (FGV-Río), consultor y analista de datos. Escribe regularmente sobre temas relacionados con Economía, Filosofía y Cultura.
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