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Matrioska – La Reorganización del Imaginario

La Matrioshka. Reproducción: Wikicommons

La mente: el universo paralelo en el que creemos vivir. Está formada por la suma de impresiones y experiencias vividas, a partir de impulsos eléctricos generados por los cinco sentidos y organizada en seis esferas tangentes, semejantes a una matrioska.

Maestro Roberto de Souza Barros Kalili

El funcionamiento de las estructuras cerebrales responsables de la construcción del “modelo mental” utiliza la cultura para dar sentido al universo percibido, enriqueciendo la mente con la experiencia de otras personas involucradas en la misma cultura. Y aquí percibimos la enorme diferencia que nos hace humanos: aprendemos con los errores y aciertos de los demás.

Nuestra cultura nos dice quiénes somos, dónde estamos, la forma de vestirnos, hablar e interactuar en situaciones sociales. Cómo nos alimentamos, la manera en la que percibimos el mundo que nos rodea. Puebla nuestros sueños y aspiraciones, lo que buscamos, aquello que rechazamos. Nos da las herramientas para planificar nuestro camino en la vida: casa, familia, amigos, intereses, profesiones, actividades.

Otra virtud de la cultura como moldeadora de nuestros sueños es su capacidad de interferir directamente en nuestra cognición, haciéndonos más inteligentes en la medida en que aumenta el número de dendritas de las neuronas y la cantidad de conexiones de cada una. Para entenderlo mejor: cada neurona, alimentada correctamente, expande su círculo de relaciones.

La posibilidad de reorganización del universo imaginario con que la alta cultura puebla la mente ya era conocida por Gottfried Leibniz, para quien el hombre cuya imaginación está atada a la realidad inmediata y no sobrevuela los órdenes posibles es un esclavo de la monotonía; un idiota, en el pleno sentido de la palabra.

Aquí encontramos algunas cuestiones autocríticas:

  1. ¿Estamos llenando nuestra mente con las imágenes, músicas y textos ideales para estimular nuestra inteligencia?
  2. ¿El Estado burocrático está educando a niños, jóvenes y adultos de una manera que mejore los procesos cognitivos?
  3. ¿Está el Estado particularmente interesado en volver a las personas menos conscientes de la realidad?
  4. ¿La población se está volviendo más ignorante?
  5. ¿Podemos actuar de forma consciente para reorganizar nuestra mente y volvernos más inteligentes?

Es posible determinar el estado actual de la mente a través del “mapa mental” en sólo seis pasos. Basta con reunir seis imágenes, cada una relacionada con una esfera del complejo cognitivo: un objeto, una imagen, un libro, un sentimiento, una pieza musical y una actividad.

Si somos conscientes de los males causados por las formas degradantes de cultura y deseamos salir de esta burbuja, ¿qué debemos hacer?

Las seis estructuras cognitivas que sustentan la forma en que comprendemos el mundo necesitan ser alimentadas de forma consciente para optimizar sus funciones, de forma que cada una sostenga, apoye y estabilice el funcionamiento de las demás con el uso pleno de la inteligencia y la creatividad.

Primera estructura: la voluntad, reforzada por la relación objetiva con el mundo real. Intenta hacer un mapa donde sólo existan los lugares que conoces, los que frecuentas y aquellos que tienen un significado especial en tu vida. Aprende a reconocer las plantas, animales, piedras y estructuras geológicas que existen a tu alrededor. Ordena los objetos en tu casa de forma significativa y personal.

Segunda estructura: el discernimiento. Evalúa las cosas, perfumes, sabores, sonidos y formas, teniendo en cuenta la diferencia entre cualidades superiores e inferiores. Nunca aceptes el relativismo. Ve al mercado, elige los ingredientes más frescos, prepara tu propia comida. Ejercita el discernimiento, no prestes atención a la propaganda, no leas opiniones de especialistas. Evalúa el mundo sólo por los hechos. No permitas que te roben el contacto directo con la realidad a través de la mediación.

Tercera estructura: el lenguaje. Se estimula cuando leemos a buenos escritores, preferentemente libros antiguos, libros que aumenten nuestro vocabulario. Es necesario estudiar conceptos que se utilizaban en tiempos de tus abuelos. Aprende nuevos idiomas, lee partituras, descubre la obra de los grandes pintores clásicos.

Cuarta estructura: la sensación de bienestar. Se estimula mediante la gratitud y la fe. La estimulamos estudiando la gran poesía, orando y (por una cuestión estructural del órgano responsable), intentando rodearnos de un aroma suave y agradable.

Quinta estructura: la armonía. Buena música, equilibrio, reorganización de los colores y formas en tu hogar. Es útil definir un estilo y colocar objetos que tengan cualidades en común. Trabaja escuchando música instrumental clásica, renacentista o barroca, sin palabras, ya que éstas pueden interferir con lo que estés haciendo.

Sexta estructura: centro de planificación y desarrollo. Proyecta lo que deseas para tu futuro y piensa en cómo alcanzar tus objetivos. Cuando las primeras cinco estructuras estén funcionando de manera eficiente, todo será más claro, y los caminos se iluminarán para la percepción de lo que realmente importa, porque la mente se habrá liberado de las impurezas que perjudican la comprensión de nuestra realidad.

Para concluir, quisiera compartir un relato de mi propia experiencia. Cursé cinco años de estudios intensivos para la optimización de los procesos cognitivos. Mucho de lo que me parecía importante perdió fuerza en mi imaginación, y nuevas formas, mucho más elaboradas, tomaron el control de mi pensamiento. Mi coeficiente intelectual aumentó de una forma que no creía posible, y hoy creo que cualquiera que siga estos simples pasos podrá llegar al mismo resultado.

Como las muñecas rusas que salen una de la otra, el pensamiento expandido es capaz de traernos la luz de cosas increíbles que antes estaban fuera de nuestro alcance, debido a la confusión causada por una cultura impuesta en todo el mundo por aquellos que desean controlarlo.